5 de enero de 2011

Un nuevo round en la pelea por la CTA

Todo hacía prever que el choque por la conducción de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) era inevitable, así fue vaticinado y así ocurrió. En un nuevo episodio de esa disputa, Hugo Yasky y Pablo Micheli volvieron al cruce de declaraciones mientras ocupaban oficinas separadas en la sede principal de la central obrera. Micheli concurrió con la intención de asumir la secretaría general y Yasky dio una conferencia de prensa en la que ratificó su decisión de convocar a elecciones para el 16 de marzo. “Reafirmamos el voto limpio y transparente de nuestros afiliados, porque es la única manera de resolver la disputa en la que quedamos embarcados después de que el comité arbitral decidiera que 220 mil afiliados tienen que volver a votar”, sostuvo Yasky.
Respecto de las pretensiones de Micheli, Yasky respondió que “arrogarse la representación legal de la CTA porque el juez (Pablo) Candal desestimó una resolución cautelar que impulsábamos nosotros es querer seguir imponiendo hechos consumados”. En ese sentido, agregó que “ninguna sentencia de la Justicia avala la pretensión de Micheli, que miente cuando dice que la Justicia lo reconoció como representante de la CTA”.
El aludido Micheli, en tanto, afirmó: “No me interesa la oficina que tiene Yasky, él se puede quedar con la oficina, eso a mí no me importa. Mientras dure este fallo, que no es permanente pero sí provisorio, la responsabilidad jurídica de la Central recae sobre nuestra conducción”. A su criterio, “hay una situación nueva que es el fallo de la Justicia que dice que nosotros somos la nueva conducción de la Central”.
El 30 de diciembre el juez Candal denegó un recurso interpuesto por el titular de la CTA, pero no se expidió sobre el fondo de la causa. “La legalidad de la CTA no está en un cajón de mi escritorio ni se resuelve ocupando esa oficina, la legalidad la dan los trabajadores, votando limpio y eso es lo que tendría que buscar Micheli”, concluyó Yasky.
Micheli llegó a mediodía a la sede de la CTA de la calle Piedras 1065, como había anticipado, para hacerse cargo de la conducción de la central. Según dijo, “había carros de asalto de la Policía Federal esperando no sé qué cosa, porque nosotros no vinimos con intenciones de violencia”. En ese momento, Yasky aún no había llegado. Más allá del clima de tensión, no hubo incidentes y Micheli y Yasky terminaron ocupando oficinas separadas, a la espera de una resolución que permita definir quién de los dos ocupará la jefatura de la CTA por los próximos cuatro años.
Respecto de esta situación, Yasky recordó que con Micheli “cohabitamos en el mismo edificio de la CTA como lo hemos hecho antes y después de las elecciones, lo que no nos contiene en un mismo espacio son proyectos y métodos sindicales contrapuestos. Nosotros creemos en la democracia sindical y en una central pluralista, y Micheli demostró que no cree, ni en una cosa ni en la otra”, enfatizó el docente.
El jefe de la Central dio ayer una conferencia de prensa para presentar la agenda política y social de 2011 de la CTA, y Micheli opinó que fue un acto de “autismo impresionante y preocupante en términos de su salud mental”. Y reiteró que la “Central está absolutamente cooptada por el kirchnerismo” y que “la ruptura es con Yasky”.
El 23 de septiembre de 2010 se realizaron las elecciones internas en todo el país, pero los resultados no fueron aceptados debido a irregularidades en tres provincias –Mendoza, Tucumán y Misiones– y en varias mesas de otros puntos del país. Los dos sectores se autoproclamaron ganadores y el de Micheli llamó luego a elecciones, de forma unilateral, para el 9 de diciembre pasado, que Yasky no aceptó. El Ministerio de Trabajo, por su parte, prorrogó el mandato de Yasky e invalidó los comicios convocados por la Lista 1. No obstante, la Justicia es quien debe determinar este último punto. Yasky, en tanto, puso el 16 de marzo como fecha para realizar las elecciones complementarias, pero el sector de Micheli anunció que no va a participar.
Micheli no sólo intentó ayer asumir de hecho en la CTA, ya se había autoproclamado como nuevo jefe de la central sindical en un acto frente al Ministerio de Trabajo, rodeado de dirigentes del arco opositor.


Fuente: Página 12