25 de diciembre de 2008

Jugar con agua, jugar con fuego

Carta abierta al Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires - Por Isabelino A. Siede



Buenos Aires, 19 de diciembre de 2008

Los diarios de hoy difunden la noticia de que, en el patio del Colegio Mariano Acosta, la Directora compartió un festejo acuático y divertido con los alumnos egresantes. No parece un hecho demasiado relevante, pero ha cobrado una trascendencia digna de mejor causa. Sin decir "¡agua va!", el Ministerio de la Ciudad inicia un sumario administrativo por faltas a los "principios de la moral" y las "normas de ética". Me gustaría saber cuáles son los principios transgredidos, porque no hallo en Aristóteles ni en Kant referencias al remojón como vicio ni alusiones a la necesidad de mantener sin humedad el rol directivo.

Creo que la autoridad se funda en lo que un docente es y hace cotidianamente, lo que enseña con sus gestos y sus omisiones, las convicciones que expresan sus actos. Por eso mismo, puede tener autoridad una Directora que se empapa de los problemas de sus alumnos, mientras la pierde un Ministro a quien salpican toda clase de críticas y desconfianzas en su primer año de gestión. No conozco personalmente a la Profesora Papalardo, pero merece mi respeto una Directora que es invitada a festejar con sana alegría el fin de las clases, una autoridad que parece poner el cuerpo en la diversión como supo ponerlo en las horas difíciles de la institución.

El Ministro se escandaliza por la modalidad del festejo y, según reseñan los medios, invoca mejores modos de festejar. Quizá impulse reemplazar la tradicional "vuelta olímpica" con un minué o una contradanza, porque las carreras de embolsados son un riesgo para la seguridad de los estudiantes y el palo enjabonado tendría hoy unas connotaciones impensadas para quienes concurrían a las fiestas mayas dos centurias atrás. ¿Cómo festeja el Ministro? El "loco" Sarmiento, a quien invoca frecuentemente, no ganó su apodo por mantenerse siempre dentro de las convenciones. Se sabe que tenía un carácter bastante podrido, pero al llegar a la Presidencia, impulsó el corso callejero los días de carnaval y luego ostentó, como distinción honorífica, una medalla conmemorativa en cuyo anverso figuraba una caricatura de su rostro con corona de emperador. Porque, digámoslo claramente, la autoridad no se desmerece por el buen humor, sino por lo que queda visible cuando una gestión se saca la careta.

El primer año de esta gestión termina opacado por una larga lista de promesas insatisfechas, manoseos a la dignidad docente y desprecio por la tarea pedagógica. No estamos mejor hoy que un año atrás, después de gastar los días en arreglar lo que está sano y desbaratar lo que funcionaba bien. Transitando las escuelas, se percibe un malestar que no se ve desde Internet. Muchos padres, docentes y estudiantes reclamaron en estos meses respuestas a demandas que la gestión del Ministro Narodowski no ha resuelto. No parece casual que, mientras liberan al "Tigre" Acosta, quieran encorsetar al Mariano Acosta en las formalidades de una autoridad hueca, pero sequita.

Otros chorros preocupan más a la sociedad porteña y deberían preocupar al Ministro: en la Honorable Legislatura, votan hasta los ausentes. Eso corroe cualquier autoridad: el incumplimiento de las responsabilidades públicas. Los funcionarios que acomodan las normas a su arbitrio están jugando con fuego, porque necesitamos recrear la confianza en las instituciones como herramienta para construir una sociedad más justa. La mala fe de sus compañeros de partido debería concitar un repudio sincero de quienes conducen la educación de la Ciudad. Pero, claro, entre bomberos no se pisan la manguera.

Isabelino A. Siede

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Isabelino Siede:

Es Licenciado en Ciencias de la Educación (UBA), Profesor para la Enseñanza Primaria y doctorando de la Facultad de Filosofía y Letras (UBA). Fue coordinador de Formación Ética y Ciudadana y Educación Cívica en diseños curriculares y programas de la Ciudad de Buenos Aires. Capacita en estas áreas en la Escuela de Capacitación-CePA. Se desempeña como profesor de Didáctica de las Ciencias Sociales en la Universidad Nacional de La Plata y en el IES Juan B. Justo. Ha publicado La educación política. Ensayos sobre ética y ciudadanía en la escuela (Paidós, 2007), Ciudadanía para armar (en colaboración con Gustavo Schujman. Aique, 2007), Formación ética. Debate e implementación en la escuela (Santillana, 2002), Retratos de familia en la escuela. Enfoques disciplinares y propuestas de enseñanza (en colaboración con Silvia Calvo y Adriana Serulnicoff; Paidós, 1998) y Todos y cada uno frente al desafío de los derechos humanos (Amnistía Internacional de Argentina, 1997). También ha publicado diferentes artículos académicos, materiales de desarrollo curricular y textos de enseñanza para nivel básico y medio.



24 de Diciembre de 2008